World of Warcraft, Overwatch y más juegos de Blizzard saldrán de China en enero

Blizzard ha anunciado que el 23 de enero de 2023, la mayoría de sus juegos serán retirados de China. Esto se debe a que la empresa no ha renovado su acuerdo de licencia de 14 años para el mercado chino con NetEase, la segunda mayor empresa de juegos del país occidental.

Juegos como World of Warcraft, Hearthstone, Warcraft III: Reforged, Overwatch, StarCraft, Diablo III y Heroes of the Storm simplemente desaparecerán de China. La compañía dice que "las dos partes no han llegado a un acuerdo para renovar los acuerdos que son coherentes con los principios de funcionamiento y los compromisos de Blizzard con los jugadores y los empleados."

El director general de NetEase, William Ding, ha declarado: "Nos hemos esforzado mucho y hemos tratado con la máxima sinceridad de negociar con Activision Blizzard para poder seguir colaborando y servir a los numerosos jugadores de China. Sin embargo, había diferencias materiales en términos clave y no pudimos llegar a un acuerdo. Tenemos en alta estima nuestros productos y normas operativas y hemos cumplido nuestros compromisos con los jugadores chinos."

Por otro lado, el desarrollo y la publicación de Diablo Immortal están garantizados por un acuerdo independiente entre Blizzard y NetEase y no se verán afectados. Blizzard suspenderá las ventas en los próximos días y los jugadores chinos recibirán pronto los detalles de cómo funcionará todo. Los próximos lanzamientos de World of Warcraft: Dragonflight, Hearthstone: March of the Lich King y la segunda temporada de Overwatch 2 tendrán lugar a finales de este año.

No está claro qué es lo que ha provocado exactamente este giro en los acontecimientos, pero en un post de LinkedIn, el presidente de inversiones y asociaciones globales de NetEase, Simon Zhu, dijo lo siguiente sobre la situación: "Algún día, cuando se pueda contar lo que ha ocurrido entre bastidores, los desarrolladores y los jugadores tendrán un nuevo nivel de comprensión de cuánto daño puede hacer un idiota". Así que está bastante claro que esta separación de empresas no fue precisamente pacífica.